Seremos

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Seremos 2021

1. NO SOY

Letra y música: Ismael Serrano

No soy el cantautor
que vino a ordenarte la vida,
ni el guapo de la barra
al que aman las bailarinas.
No soy aquel que se tatúa
tu nombre en un costado,
ni el dueño ni el guardián
de tus olvidos o tus pecados.

No soy aquel que un día
te ayudará a montar
los muebles del Ikea.
No soy el aduanero
que te revisa en cada una
de tus fronteras.
No soy tu inspiración,
no soy tu carcelero,
no soy un tipo duro.
Sólo soy aquel
que te amó como pudo.

No soy la estrella azul
que pinta sus uñas de negro,
ni aquel que siempre espera
en todas las bocas de metro.
No soy aquel que siempre
alumbrará tus cigarrillos,
ni con quien compartir
los crucigramas los domingos.

No soy el copiloto
que te dará charla
en cada uno de tus viajes.
No soy tu medicina
ni el que te habrá de cambiar
todos los vendajes.
No soy tu inspiración,
no soy tu carcelero,
no soy un tipo duro.

No soy tu salvación.
Yo no soy tu tormento
ni el invierno más duro.
No soy el perdedor
que llora ante el espejo
ni el corazón más puro.
Sólo soy aquel
que te amó como pudo.

2. PORQUE FUIMOS

Letra y música: Ismael Serrano
Con la colaboración de Clara Alvarado y Litus

Fuimos los amos del mundo,
la dulce manzana
que Eva mordió.
Fuimos el cuerpo desnudo,
insomne y perdido,
inmune al reloj.

Fuimos el breve relámpago,
la duda que ofende,
la sucia verdad.
Fuimos la llaga y el bálsamo,
la gran borrachera,
la risa inmortal.

Y ahora, ya ves,
buscando el camino
de vuelta hacia ti.
Y ahora a aprender
que el tiempo perdido
enseña a vivir.

Yo fui el eterno cliente
del bar sin ventanas
que el sol clausuró.
Yo fui el idiota que miente
cuando le preguntan
si ya te olvidó.

Fuimos memoria en la calle,
alzando la voz,
conteniendo el llanto.
Fuimos el grito y el hambre
del niño de barrio
con el puño en alto.

Y ahora, ya ves,
buscando el camino
de vuelta hacia ti.
Y ahora a aprender
que el tiempo perdido
enseña a vivir.

Porque fuimos, seremos.
A pesar del cansancio.
Gritaré
para que al fin me encuentres
en mitad del naufragio.

Porque fuimos, seremos.
A pesar de los años.
Buscaré
en la noche la estela
que tu estrella ha dejado.

Yo fui el muchacho insolente
que escandalizaba
a tu rey desnudo.
Yo fui la herida de muerte
del fin de semana
en que ardió tu futuro.

Fuimos, los dos, astronautas
vagando en el éter
sin soltar sus manos.
Fuimos el ave en la jaula
que agita sus alas
y rompe el candado.

Y ahora, ya ves,
buscando la senda
que vuelve hacia ti.
Y ahora a aprender
que quedan mil puertas
aún por abrir.

Porque fuimos, seremos.
A pesar del cansancio.
Gritaré
para que al fin me encuentres
en mitad del naufragio.

Porque fuimos, seremos.
A pesar de los años.
Buscaré
en la noche la estela
que tu estrella ha dejado.

Porque fuimos, seremos.
A pesar del cansancio.
Seguiré
alumbrando mis sueños
con la luz de tus labios.

Aunque caiga la nieve
y nos borre el camino,
llegaré
a través de la noche
en la voz de tus hijos.

Fuimos los amos del mundo,
la dulce manzana
que Eva mordió.

3. CÁLLATE Y BAILA

Letra y música: Ismael Serrano
Con la colaboración de Ede

Yo, fantasma suburbial,
vagando por las ruinas
de otro recuerdo.

Tú, bailando sin parar,
fingiendo aún estar viva
entre los muertos.

Damnificados los dos
por la alegría
de quien quizá nos amó.
Quién nos lo iba a decir,
de las cenizas
aún nacería una flor.

Yo: «¿Cómo tú por aquí?
¡Cuánto tiempo sin verte!
Tomemos algo».

Tú: «Vine a buscarte a ti.
Es broma, que pareces
algo asustado».

Y bajo el ruido industrial
hice repaso
de todo lo que perdí.
Tú y tu costumbre de hablar
de tus fracasos
y mostrar tu cicatriz.

Y tú parecías sonreír
a pesar de mi triste sumario.
Y el silencio apareció por fin
con mis dedos en tus labios.

Y ven.
No quiero ser el verso
que habita tus canciones de amor.
Cállate y baila.

Y hoy
aparca la tristeza.
Hoy tiene día libre el dolor.
Caiga quien caiga.
Y yo te seguí.

Tú, echabas a volar,
acercándote al sol
aunque yo ardiera.

Yo, agnóstico animal,
rogándole a tu dios
que no amanezca.

«¿Dónde podemos seguir?»,
me preguntaste
cuando cerraron el bar.
Y a ti te dio por decir:
«Si te apetece
yo te podría cantar».

Y te hablé del porvenir,
de cómo salvar al universo.
Y yo no paraba de reír,
te callaste con mi beso.

Y ven.
No quiero ser el verso
que habita tus canciones de amor.
Cállate y baila.

Hoy,
tú y yo somos eternos.
Mañana olvidaremos los dos
esta madrugada.
Y yo te seguí.

4. Y MIENTRAS TANTO

Letra y música: Ismael Serrano

Casi sin darme cuenta, crecí
y me hice mayor.
Aplazaba el futuro y a ti
te debía una canción.
Arreciaba el invierno,
congelando la vida.
No moría lo viejo
ni lo nuevo nacía.

Era un tiempo de ruido febril
incendiando pantallas.
Nuestro verbo perdía el matiz
avivando las llamas.
A la espalda una piedra,
rumbo sin horizonte.
Cautivos pedalean
esquivando los coches.

Y, mientras tanto, yo
buscando la canción que aún te debo,
jugando al escondite con el miedo,
tratando de cumplir con la promesa
de darte un nuevo mundo cuando crezcas.

Y, mientras tanto, tú
trayendo algo de luz en el laberinto,
tejiéndome una manta para el frío,
saltando como loca en cada charco,
librándome del miedo y sus candados.

El invierno sitiaba Madrid
y cerraba otro cine.
Un maldito desahucio, un festín
para elegantes buitres.
En las casas de apuestas
un niño blasfemaba.
Se cerraban fronteras,
se ocupaban las plazas.

Casi sin darme cuenta, escribí
el relato pendiente.
Y la historia no hablaba de mí,
hablaba de lo urgente.
De mujeres valientes
alumbrando este marzo.
Hablaba de la gente
que no baja los brazos.

Y, mientras tanto, yo
buscando la canción que aún te debo,
jugando al escondite con el miedo,
tratando de cumplir con la promesa
de darte un nuevo mundo cuando crezcas.

Y, mientras tanto, tú
trayendo algo de luz en el laberinto,
tejiéndome una manta para el frío,
saltando como loca en cada charco,
librándome del miedo y sus candados.

5. VERTE DESPERTAR

Letra: Ismael Serrano
Música: Javier Bergia e Ismael Serrano

Hay momentos en que pesa el corazón
y me quema cualquier cosa los pulmones.
La tristeza de un hotel en albornoz
o el rumor de un mini bar a media noche.

Hay mañanas en que duelen las mentiras.
Ciento un buitres sobrevolando mi cama.
El invierno maltratando mis rodillas.
La maleta sin cerrar, desordenada.

Es la distancia, con tos y mal dormido.
Es mi cabeza como un nido vacío.
Son las ganas de llegar a nuestra casa
y de verte despertar, verte despertar,
verte despertar brillando al alba.

Verte despertar,
congelando el vuelo de todas las aves.
Verte despertar,
rescatando nuestra risa en el desastre.
Verte despertar,
buenos días para mi cuerpo vencido.
Verte despertar,
deteniendo la ciudad en tu latido.

Hay momentos en que todo roce hiere
y me duermo contemplando los incendios.
Y el diario anuncia que hoy tampoco llueve
y que estalla un nuevo brote de silencio.

Hay momentos en que soy algo peor.
La impaciencia de un exfumador cansado.
La impostura del eterno perdedor
o la urgencia con que llora el sentenciado.

La soberbia del que dice: te lo dije.
El poeta que juega a ser el más triste.
Pero siempre me rescatas al final.
Sólo necesito, sólo necesito,
sólo necesito verte despertar.

Verte despertar,
congelando el vuelo de todas las aves.
Verte despertar,
rescatando nuestra risa en el desastre.
Verte despertar,
buenos días para mi cuerpo vencido.
Verte despertar,
deteniendo la ciudad en tu latido.

6. SILENCIO

Letra: Ismael Serrano
Música: Andrés Molina

Y, como después de un bombardeo,
nos cubrió un silencio como nieve.
Fue borrando todos los senderos,
cubriendo de escarcha nuestros muebles.

Y en la sobremesa, guerra fría
y ese silencio de alambrada
rodeando la casa vacía
y cerrando todas las ventanas.

Tu silencio a todo contagió,
fue creciendo como enredadera.
Saltó de tu boca al exterior
y entró por la mía a mi cabeza.
Como en el espacio sideral,
nuestros gritos nunca se escucharon.
Tampoco el estruendo de cristal
de mi corazón amordazado.

Silencio, sólo silencio,
como una lluvia fina en nuestra cama
llenando de alfileres las almohadas.

Silencio, sólo silencio.
Tocaba un funeral cada domingo
velando el muerto que dormía contigo.

Silencio, sólo silencio.
La casa en pleno invierno nuclear.
Como una iglesia, pero sin altar.

Silencio, tanto silencio.
Y yo, olvidando todas las palabras
para curar tu lengua mutilada.

Y yo, olvidando todas las palabras.

De tanto callar, me fui perdiendo.
Olvidé decir lo que sentía.
Y así, silencioso, me hice viejo
en apenas unos pocos días.

No sé en qué momento se perdió
el verbo que nos entrelazaba.
Casi no recuerdo ya tu voz
maldiciendo la palabra dada.

Silencio, sólo silencio,
como una lluvia fría en nuestra cama
llenando de alfileres las almohadas.

Silencio, sólo silencio.
Tocaba un funeral cada domingo
velando el muerto que dormía contigo.

Silencio, sólo silencio.
La casa en pleno invierno nuclear.
Como una iglesia pero sin altar.

Silencio, tanto silencio.
Y yo, olvidando todas las palabras
para curar tu lengua mutilada.

Y yo, olvidando todas las palabras.

Y una noche, ya de madrugada,
recordaba nuestro amor insomne
y, como una risa inesperada,
sin pensarlo pronuncié tu nombre.

7. DERRAMANDO NUESTROS SUEÑOS

Letra: Rodolfo Serrano
Música: Ismael Serrano

Era hermosa, lo mismo que una noche
de alcohol en una habitación ajena.
Me hablaba de canciones y poemas,
de cursis cantautores engreídos,
y apretaba contra el pecho un disco mío.

Yo la escuchaba un tanto divertido.
Ella era, y lo sabía, tan hermosa…
Me fui a la barra y me pedí una copa,
vino a mi lado y continuó diciendo
no sé qué de canciones y de versos.

Y, mientras tanto, yo seguía sonriendo,
imaginando sus manos en mi espalda,
sintiendo entre mis dedos el recuerdo
de una piel jamás acariciada.

Y, mientras tanto, yo cabalgando en la quimera
de un abrazo en un portal de madrugada.
Desvistiéndonos, por fin, en su escalera.
Derramando nuestros sueños en su almohada.

Me quiso, así lo dijo, dejar claro
que vino acompañando a unos amigos.
La trova, repetía, nunca había sido
lo que más le gustaba. En ocasiones
tenían cierta gracia sus canciones.

Luego me tendió el disco. Me pidió
que le escribiera algo, cualquier verso.
Y yo la obedecí. Leyó sonriendo:
– Sois cursis hasta en las dedicatorias.
Se dio la vuelta y chao, fin de la historia.
Y el barman comentó, algo apurado:
-Firmar con su teléfono, mi amigo,
quizá no ha sido lo más acertado.

Y, mientras tanto, yo seguía sonriendo,
imaginando sus manos en mi espalda,
sintiendo entre mis dedos el recuerdo
de una piel jamás acariciada.

Y, mientras tanto, yo cabalgando en la quimera
de un abrazo en un portal de madrugada.
Desvistiéndonos por fin en su escalera,
derramando nuestros sueños en su almohada.

8. FAHRENHEIT 451

Letra y música: Ismael Serrano

Arde el papel,
la llama sale de la pantalla
y los bomberos saludan desde el televisor.
En la pared
bailan las sombras. Vuelan pavesas.
Un nuevo drama para animar la programación.

Vuelta a empezar.
Un nuevo bulo congela el mundo.
Golpe de estado y risa enlatada en el matinal.

Hoy la verdad
es accesoria. Una buena historia
no necesita ninguna dosis de realidad.

Fahrenheit 451.
Señales de humo en tu boca herida.
Hoy la red es tierra quemada
y avanza la nada en mundo fantasía.

Y bajo la tormenta
tu voz tapando el ruido,
salvando los poemas,
los versos de algún libro.

Arde internet. Salva tu vida.
Una estampida portando antorchas
busca razones donde no hay.

Echa a correr.
Los libros arden y el disparate
se normaliza. La fiel audiencia
aplaude en “prime time”.

Vuelta a empezar,
un nuevo día en el que la vida
se nos ha ido buscando una quimera virtual.
Navegarás un mar oscuro
y será duro diferenciar
entre el espejismo y la realidad.

Fahrenheit 451.
Señales de humo, arde mi cabeza.
Veo, a mis pies, rotos los cristales.
Nada que no tape una gran bandera.

Tras las conspiraciones,
sólo niebla y griterío
para no encontrar razones,
para no hallar el camino.

Fahrenheit 451.
Señales de humo en tu boca herida.
Hoy la red es tierra quemada
y avanza la nada en mundo fantasía.

Fahrenheit 451.
Señales de humo, escucha mi voz.
¡Hay que ver!, profetas del odio.
Es un buen negocio repartir rencor.

Y, bajo la tormenta,
bailando tus latidos,
salvando los poemas,
los versos de algún libro.

9. CUANDO LLEGARON ELLAS

Letra y música: Ismael Serrano
Con la colaboración de Jimena Ruiz Echazú

Cuando llegaron ellas,
con sus pañuelos verdes,
resonaron los nombres
de todas las ausentes.

Cuando llegaron ellas,
clamando por sus vidas,
abrieron el camino
a todas nuestras hijas.

Salieron a la calle
para anunciar que viven
y que, sobre su vientre,
sólo ellas deciden.

Cuando llegaron ellas,
para asaltar el cielo,
habían perdido tanto
que perdieron el miedo.

Y, de camino a casa,
no quieren ser valientes.
Sólo quieren ser libres.
Es un reclamo urgente.

Llegaron sin permiso,
mostraron sus heridas
y abrieron nuestras mentes
como un paracaídas.

Cuando llegaron ellas,
rugieron las cavernas
y allí creció una planta
que dio una flor violeta.

Y al arrancar la flor
para arrancar la vida,
la bestia la agitó
y esparció sus semillas.

10. UN ÚLTIMO ACTO DE REBELDÍA

Letra y música: Ismael Serrano

Yo he jurado no volver jamás,
ante el mar, apurando los veranos.
Yo he soñado con ser vendaval,
y cerrar nuestra oficina de un portazo.

Yo grité tu nombre al borde del abismo
y he rezado para un dios en el que nunca he creído.
Yo fui el tipo que abrazaba a tu espejismo
y el demonio que arrancó las dos alas a Cupido.

He tenido ganas de escapar
y he llorado escondido en algún cine.
Yo no siempre he dicho la verdad.
Me he comido un corazón en un eclipse.

Yo he soñado con vender mi alma al diablo
para tener tu ovación, para estar siempre a tu lado.
Yo he bebido el agua sucia de los charcos
y he perdido la razón, he vuelto a casa descalzo.

Pero hoy nadie va a claudicar.
Juntos somos fuertes e invencibles.
Aunque nos empuje el temporal,
somos hombres y mujeres libres.

Hoy es la ocasión de celebrar
que aún no hemos perdido la partida.
Hoy será nuestra felicidad
un último acto de rebeldía.

Yo también me he quedado sin voz
discutiendo con mi sombra en los pasillos.
El azar, a veces, me venció.
Al que firma los horóscopos, maldigo.

Yo también he estado a punto de rendirme
y he mentido ante el espejo con promesas imposibles.
Yo también soñé con volverme invisible.
Y he reído con los versos que se suponían tristes.

Pero hoy nadie va a claudicar.
Juntos somos fuertes e invencibles.
Aunque nos empuje el temporal
somos hombres y mujeres libres.

Hoy es la ocasión de celebrar
que aún no hemos perdido la partida.
Hoy será nuestra felicidad,
un último acto de rebeldía.

Hubo noches que duraron varios días.
También esto pasará. Hoy es siempre todavía.
Hubo adioses como sal en las heridas.
Ahora toca defender el futuro y tu alegría.

Pero hoy nadie va a claudicar.
Juntos somos fuertes e invencibles.
Aunque nos empuje el temporal
somos hombres y mujeres libres.

Hoy es la ocasión de celebrar
que aún no hemos perdido la partida.
Hoy será nuestra felicidad
un último acto de rebeldía.

11. LA PRIMERA QUE DESPIERTA

Letra y música: Ismael Serrano
Con la colaboración de Pablo Alborán

La primera que despierta
y la última que apaga.
Siempre cansada y alerta,
cuida a todos en la casa.

Cuidan sus manos de olivo
la fiebre ajena y el llanto
de quien llora lo perdido
sin haber perdido tanto.
Hace la cama y suspira
repasando lo pendiente.
Rota la espalda, aún cuida
y ayuda a hacer los deberes.

¿Y quién cuida a quien nos cuida?
¿Quién se acuerda de sus ganas?
¿Quién le peinará las canas
y vendará sus heridas?

¿Quién le devuelve el futuro,
las mañanas sin fatiga?
¿Quién le devuelve los días
sin prisas, sin ese nudo
de culpa por levantarse
tarde, pensando en la nada?
El desayuno en la cama
y la vida por delante.

Cuida y arropa al que duerme
mientras la noche se apaga.
Y besa todas las frentes.
Tiende la ropa lavada.

En sus manos de sarmiento
se mece todo el planeta
y se detiene un momento
para posar su cabeza
en el hombro que ella cuida.
En la noche más oscura,
quizá nos salve la vida
la lección de su ternura.

12. ADIÓS

Letra: Ismael Serrano

Al fin llegó el momento
de la amarga despedida.
No quiero caras tristes, por favor.
Regresaremos pronto
para celebrar la vida.
Esto es un hasta luego, no un adiós.

Se queda aquí la flor que será fruto
de la semilla que sembré.
Y los abrazos que aun te daré.
Quedan los planes y nuestra risa de ayer.
Y digo adiós al mal de amores
y al ave negra que celebra mis dolores.
Al resto un hasta pronto, mis amigos.
Brindemos que esto ha sido divertido.

Al fin llegó el momento
de que hagamos las maletas.
Acepten ofendidos mis disculpas.
Quizá nos faltó tiempo
para encontrar las respuestas.
Perdón, pero prefiero las preguntas.

Y digo un hasta pronto a tus resacas
y a nuestras malas compañías.
Y un hasta nunca a las heridas
del amor propio que, cuando perdemos, grita.
Y digo adiós a los fascistas
que se alimentan del miedo y de las mentiras.
Y al resto un hasta luego, mis amigos.
Sonrían que no todo está perdido.

Nos vamos y me llevo tu recuerdo
y las ganas de volver.
Y si no vuelvo, perdone usted,
igual me duermo en los brazos de una mujer.
Y si regreso y ya no estás,
yo pensaré que te acordaste y que quizá
te demoraste apagando algún fuego.
Yo brindaré por ti mientras te espero.
Al resto un hasta pronto, mis amigos.
Brindemos que esto ha sido divertido.

13. SOLTAR

Letra y música: Ismael Serrano

Elegir nunca fue sencillo,
siempre conlleva renunciar.
Cuando abandonas el camino
siempre hay una estrella polar,
la luz de un faro aún encendido.

Siempre costó decir adiós.
Y cuando aprendes, quizá es tarde.
Hoy nadie va a morir de amor.
No siempre irse es de cobardes.
Ni son sinceros los amantes.

Y ahora a soltar, volemos alto.
Todos somos aves de paso.
Y ahora a soltar. No fue fracaso
si fui feliz en el incendio,
cuando tú y yo fuimos eternos.

No soy el mismo y no está mal.
El viento pule las aristas.
Y en nuestra casa, un temporal
puso todo patas arriba.
¿Qué nos pasó? Sólo la vida.

Y ahora a soltar, volemos alto.
Todos somos aves de paso.
Y ahora a soltar. No fue fracaso
si fui feliz en el incendio,
cuando tú y yo fuimos eternos.